Crespos ya es un municipio cardioprotegido gracias a la campaña ‘Dale vida a un corazón’ puesta en marcha en junio por dos jóvenes de la localidad morañega. En concreto, Ainhoa González y Rodrigo López decidieron vender pulseras, a un precio de tres euros, para adquirir un desfibrilador.
Crespos ya contaba con un desfibrilador en el Centro de Salud de la localidad, aunque sólo estaba disponible en los horarios de consultas, lo que motivó esta campaña. Tras vender 600 pulseras, el desfibrilador ya se encuentra en un sitio accesible para todos en caso de urgencia, concretamente en la entrada de la Residencia Mairim de Crespos. Se trata de un centro que se encuentra abierto las 24 horas y los 365 días del año.
“Ahora cualquier persona que lo necesite podrá acceder a él en cualquier momento”, subrayó Ainhoa González a esta redacción. En este sentido, Ainhoa agradeció la implicación de todos los vecinos de esta localidad morañega que consiguieron aportar los 1.800 euros necesarios para adquirir el desfibrilador.