En la mañana de este 20 de abril, la Fundación Las Edades del Hombre y la Archicofradía de Las Angustias han presentado las obras realizadas en la capilla de Las Navas, localizada en el interior de la iglesia de El Salvador de Arévalo. La presentación ha contado con la presencia del secretario general de Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez, párrocos de Arévalo e integrantes de la Archicofradía de la Virgen de las Angustias.
El restaurador Francisco J. Boldo, integrante del Centro de Conservación y Restauración de las Edades del Hombre, ha explicado que en el transcurso de los trabajos que duraron unas 6 semanas se localizaron elementos que se mantenían ocultos por restauraciones posteriores y que están datados en el siglo XVI. Los trabajos se han centrado en el tratamiento de la cúpula, las grisallas y la inscripción aparecida, los muros perimetrales, el altar, las lápidas y la reja que delimita la capilla.
Esta intervención ha tenido un coste cercano a los 15.000 euros, según apuntó Ricardo Guerra miembro de la Archicofradía de Las Angustias. Esta capilla, completará el espacio permanente de arte sacro de las iglesias de Arévalo, que se ha convertido la iglesia de El Salvador.
La capilla de las Navas se encuentra en el lado norte de la iglesia de El Salvador. Presenta una portada de granito, de orden clásico. Se cierra mediante una reja de hierro forjado, siendo así un recinto privado con carácter funerario. La capilla se remata mediante una cúpula rebajada de planta oval y ochavada. Se divide su casquete en diversos gajos mediante nervios, La decoración de los paramentos se realizó con un encintado en color imitando ladrillo. No presenta linterna de remate, pero sí un escudo heráldico en la clave, perteneciente a los dueños de la capilla Bernal Dávila y Monroy y Luisa Briceño. Se apoya en un tambor que hace las veces de friso y a su vez en cuatro pechinas que hacen de transición a la planta rectangular de la capilla. El friso es decorado mediante un esgrafiado con motivos simétricos y la fecha de terminación de la capilla. En los lunetos del muro norte se conserva una grisalla del último tercio del siglo XVI, formado por dos tenantes y una inscripción que hablaría de la fundación de la capilla.