Luis José Martín García-Sancho denunció ayer públicamente que la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Arévalo hubiera planeado hacer un jardín botánico con especies exóticas en las cuestas del Arevalillo, a su paso por la capital de La Moraña.
Para Martín García-Sancho, las especies autóctonas plantadas han sido el pino piñonero, la encina y el almendro. Por otro lado, la especie no presente en el río Arevalillo, pero que aparece de forma natural en 50 kilómetros a la redonda, es el quejigo. Por último, las especies alóctonas plantadas, es decir, que no son naturales en la zona, han sido el pino silvestre, la secuoya, la haya y el Ginkgo Biloba. Sin embargo, el concejal de Medio Ambiente de Arévalo discrepa y considera que "el pino silvestre es un árbol que podemos ver en la zona, al igual que las secuoyas, como por ejemplo las existentes en el palacio de la Granja de San Ildefonso".
Ante esta denuncia pública, Agustín Carpizo, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Arévalo, ha explicado a Radio Adaja la plantación realizada. Carpizo aclaró que mayoritariamente se han plantado especies autóctonas, como el pino piñonero y la encina. Y que por dar “variedad” se han plantado otras especies, como almendros, "que sí podemos verlos en la zona". “Es un tipo de jardín diferente pero porque haya alguna secuoya no tiene por qué ser raro”, subrayó. Respecto a su origen, Carpizo desveló que proceden de un invernadero de la provincia de Ávila.
Luis José Martín García-Sancho formuló al Ayuntamiento si recurrirá a algún tipo de aclimatación o a la creación de un ambiente que reproduzca sus condiciones naturales. En ese sentido, Carpizo aclaró que no se puede crear un entorno diferente porque "el clima de Arévalo y Castilla es muy adverso", pero que, para algún ejemplar determinado, podrán buscar un sitio que se adapte a sus necesidades.
Por otra parte, García-Sancho denunció si realmente era necesario “abrir una pista”, en la ladera situada bajo la iglesia de San Miguel con maquinaria pesada, por una “ladera inestable para plantar esos 64 árboles”. Carpizo afirmó que se trata de un aterrazamiento para así poder “facilitar la plantación”. Esta técnica consiste en la preparación del terreno mediante la construcción de terrazas en ladera.
Por último, respecto a la denuncia emitida por el uso de herbicida en la ladera, Agustín Carpizo aseguró que no se ha realizado en la hidrosiembra plantada el año pasado, sino a cuatro metros de la parte superior de las laderas, para evitar posibles incendios en el verano. Otros años el desbroce de la zona ha sido la técnica utilizada por el consistorio. La hidrosiembra es una mezcla de semillas de porte corto que se utiliza para el control de la erosión y los movimientos de tierra, debido a que la ladera de ambos ríos a su paso por la capital de La Moraña es un terreno inestable.