El Real Decreto del pasado 14 de marzo reconoce a las protectoras de animales como un trabajo de primera necesidad para el mantenimiento de perros y gatos, por lo que continúan realizando sus labores de manera presencial.
Isabel Martín, presidenta de la protectora de animales Huellas, situada en Ávila, cuenta que están viviendo esta situación con un poco de preocupación y mucha angustia. “Hacemos lo que está en nuestra mano en nuestro refugio de 6.000 metros, donde protegemos a 200 perros y 70 gatos. Nuestros cuidadores se ocupan todos los días de que a nuestros animales no les falte nada y de realizar las tareas más esenciales, que son higiene, comida, agua limpia y medicación los que tengan”, contaba Isabel.
Todo este trabajo lo realizan a puerta cerrada cinco cuidadores y una persona encargada que trabajan por separado, cada uno con su zona de higiene y alimentación para sí mismos y para los animales. Además, han restringido todas las visitas a sus instalaciones, a excepción de los proveedores que llevan productos de limpieza y alimentación para los animales.
Sin embargo, Isabel Martín cuenta que, donde más han notado el efecto del confinamiento ha sido con el voluntariado. “Los padrinos venían a darle largos paseos, y también niños y asociaciones, pero dentro de nuestra protectora los animales apenas notan la cuarentena porque todos los días tienen sus horas de salida al patio para socializarse con los compañeros, moverse y jugar”, explicaba la presidenta de Huellas.
En cuanto a las adopciones, Isabel Martín cuenta que estos días no es posible adoptar, aunque sí que están abiertos a que los usuarios realicen las cuestiones que deseen. Ha agradecido también a la población abulense porque no han encontrado casos de gente que quisiera adoptar durante estos días con el objetivo de salir a la calle. De la misma manera, tampoco se ha aumentado el número de animales abandonados en estas semanas.
La presidenta recomendaba limpiarle las patas cuando regresen a casa para evitar cualquier contagio e insistía en la importancia de no apegarnos demasiado a nuestra mascota. “El animal se va a dar cuenta de que algo raro está pasando, y cuando volvamos a salir a la calle, va a ser muy duro para ellos”, afirmaba Isabel.
Por otro lado, la asociación protectora de animales Entre perros y gatos se ha encontrado con más complicaciones puesto que aún no disponen de refugio propio. “Lo tenemos todo parado, no tenemos casas de acogida para poder llevarlos, pero siguen entrando animales abandonados. Actualmente los tenemos en nuestras casas, las adopciones están paradas y no podemos conocer en persona a la gente interesada”, explicaba Beatriz Mirasierras, presidenta de la asociación.
En estos momentos, la asociación protectora de animales Entre perros y gatos está buscando pisos de alquiler para acoger a las mascotas y durante estos días están trabajando desde casa, dedicándose a la web, que la tienen en construcción. “Queremos hacer una base de datos para que si alguien nos llama que pueda encontrar viviendas en alquiler que admitan perros, que es lo que más se demanda”, comentaba Beatriz, que también recordaba que los paseos con los perros no deben servir como excusa para salir a la calle a socializar. “Dar paseos cortos, cerca de casa y sin soltar a los animales. Ellos están muy estresados porque hacen menos ejercicios, pero hay que tener paciencia porque esta situación pasará”, concluía la presidenta de la asociación.