El confinamiento ha obligado, en la mayoría de los casos, a trabajar desde casa. Lo mismo ocurre con los más jóvenes: niños y adolescentes, de todas las franjas de edad, continúan con sus clases pero de forma online. A estas obligaciones hay que sumar el hecho de que ahora el ocio pasa a ser digital con videollamadas para ver a nuestros familiares, ver series, las redes sociales, consultar información o leer algún libro electrónico.
Ante este escenario, tantas horas de teletrabajo y pantallas están pasando factura a nuestra visión. Inmaculada Aparicio, decana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, ha alertado de que los ojos se cansan al tener que mantener el mismo foco de visión durante un tiempo prolongado. Por ello, el primero consejo es no ponernos muy cerca de la pantalla. En el caso del móvil o las tabletas, la distancia de observación debería alargarse a como mínimo 35 centímetros, porque sino se estará haciendo un esfuerzo excesivo en la convergencia y de enfoque de los ojos. En el caso de las pantallas de ordenador, la distancia visual óptima debería de ser entre 40-50 centímetros para portátiles y entre 60 y 70 cuando se trata de un ordenador de sobremesa.
Otra de las recomendaciones es colocar la pantalla de ordenador ligeramente inclinada (unos 20 grados) y por debajo de la altura de los ojos, porque la musculatura que mueve los ojos está diseñada para converger cuando bajamos la vista al mirar de cerca. Además, al bajar la vista, la parte superior de los ojos queda cubierta por los párpados, con lo cual la lágrima se evapora menos y los ojos se resecan menos.
Atención también a los reflejos en la pantalla del ordenador ya que también pueden causar fatiga ocular. Lo ideal a la hora de elegir el lugar desde donde vamos a teletrabajar es que las fuentes de luz próximas, como las ventanas, no provoquen deslumbramiento directo ni reflejos en la pantalla. Si no es bueno tener un exceso de luz y reflejos sobre la pantalla, tampoco lo es mirar pantallas a oscuras.
Parpadear más es fundamental para mantener la hidratación ocular. Normalmente la frecuencia de parpadeo es de al menos 15 veces por minuto, pero ante las pantallas baja a 5 veces. Esto produce sequedad ocular y por tanto pérdida de calidad visual, incomodidad e irritaciones. Otra de las recomendaciones más repetidas para cuidar los ojos es la de tomarse las pausas en el teletrabajo como una obligación. Y una buena forma es llevando a cabo la regla 20-20-20. Se trata de una técnica muy sencilla por la que tras cada 20 minutos de actividad visual en distancias cortas, se deben descansar y mirar fuera del escritorio durante 20 segundos, y enfocar algo que se encuentre a unos 20 pies de distancia, es decir, a unos 6 metros. Y si el espacio es pequeño, mirar por la ventana. De esta manera, se logra que los ojos no estén enfocando en distancias cortas durante tanto tiempo, alterando su distancia focal y permitiendo su descanso.
Por último Inmaculada Aparicio, decana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, ha señalado que si continuaran teniendo molestias oculares al final del confinamiento no dejen de pedir cita a su óptico-optometrista.