El puente de Valladolid de Arévalo ha salido de la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra y que se incluyó, en octubre del año 2010, a instancias de la Asociación de Cultura y Patrimonio La Alhóndiga.
Se recupera así una histórica construcción medieval del siglo XIV de estilo mudéjar, reconstruida en tiempo de Carlos III. Edificado con mampostería, cal y canto y verdugadas de ladrillo, le forman siete arcos de desiguales proporciones, ligeramente apuntados y con arquivoltas decrecientes.
El presidente de La Alhóndiga de Arévalo, Juan Carlos López, ha explicado que en aquel momento fue un éxito la inclusión del puente de Valladolid en esta lista, ya que el viaducto medieval se encontraba en un avanzado estado de ruina por la dejadez y la desidia. “El entorno y el propio puente se habían convertido en un vertedero de basuras y escombros y, además, en aquel momento estaba cubierto de vegetación. También existía un grave riesgo de derrumbamiento total del puente”, detalla.
Para La Alhóndiga de Arévalo la inclusión del monumento en esta Lista Roja del Patrimonio supuso el inicio de una continuada campaña para la recuperación del puente. Casi 11 años después, y tras una intervención rehabilitadora por parte del Ayuntamiento de Arévalo, se ha conseguido que el puente salga de la Lista Roja del Patrimonio y pase a formar parte de la conocida como Lista Verde del Patrimonio, en la que se incluyen los bienes que han sido retirados de la Lista Roja al desaparecer el riesgo que presentaban tras haber sido intervenidos.
Por su parte el arquitecto Alfonso Muñoz, miembro del Comité científico de la Lista Roja del Patrimonio, ha apuntado que Hispania Nostra es una asociación que lleva más de 40 años trabajando por la recuperación, conocimiento y difusión del patrimonio de toda España. “A nivel nacional hay unos 1.000 elementos en la lista roja, de ellas ya han pasado más de 200 a la lista verde y también existe una lista negra de bienes que han desaparecido”, apunta.
La Lista Roja del Patrimonio se ha convertido en una forma de participación, ya que cualquier persona o asociación puede comunicar, a través de un cuestionario en la página web de Hispania Nostra, que existe un determinado peligro en un determinado bien. Posteriormente el Comité científico formado por distintos especialistas lo examinan y comprueban tanto el valor patrimonial del bien y si existe ese riesgo y es entonces cuando pasa a formar parte de esa lista.