En la mañana de este viernes 29 de octubre, entre las 11:30 y las 12 horas, algunos de los trabajadores de los centros penitenciarios de nuestro país se han sumado al paro convocado por CSIF Prisiones y Acaip-UGT contra la inseguridad y la agresión a funcionarios
Al respecto Joaquín Leiva, portavoz de Acaip-UGT, ha apuntado que urgen de nuevo el cumplimiento del protocolo contra las agresiones y un refuerzo urgente de la seguridad en los centros penitenciarios. “Los empleados públicos de las prisiones españolas viven una situación de urgencia, por el déficit y el envejecimiento de las plantillas y la falta de recursos, que resulta insoportable”, detallan los sindicatos convocantes.
Y es que, según datos oficiales del Portal de la Transparencia, las plantillas tienen un déficit de 4.173 empleados, y su seguridad está en juego (28.160 plazas en total y 23.987 puestos ocupados). En Castilla y León, las plazas vacantes rondan las 700.
Además, hay un dato aún más alarmante, que es el envejecimiento que se ha producido en las plantillas desde 2002, con una edad media de 55 años, personas que se tienen que enfrentar en muchas ocasiones a internos en una situación de clara desigualdad por edad y condiciones físicas.
Por ello, CSIF reitera que se reconozca cuanto antes la figura de agente de autoridad para los funcionarios de prisiones, que ayudará a que se eviten este tipo de agresiones, junto con el reforzamiento de plantillas y de las mejoras de las condiciones laborales.
Leiva recuerda que esta concentración se produce tras los últimos ataques contra funcionarios de prisiones en Cuenca y Algeciras (Cádiz) o Salamanca. En concreto, en la cárcel de Botafuegos, en Algeciras, un interno se ha abalanzado sobre dos funcionarios, a quienes agredió con violencia, mientras que en la prisión de Cuenca otro preso reincidente ha atacado a un funcionario con un pincho carcelario, con el que le provocó un corte en el cuello, aunque su vida no corre peligro. En el caso de la prisión de Topas (Salamanca), un interno que llevaban a enfermería se ha abalanzado sobre una funcionaria que se encontraba en el módulo de al lado, sin mediar palabra ni contacto.