La situación de sequía que afecta a la provincia de Ávila y amplias zonas de la región ha ocasionado ya daños irreparables en varios cultivos. El desarrollo del cereal está viéndose claramente perjudicado, por lo que los agricultores se están viendo obligados a regar este cultivo para que continúe su crecimiento. Peores consecuencias vemos en la colza, que tuvo una buena nascencia al no verse perjudicado por las escasas heladas del invierno, pero en esos momentos se desconoce si finalmente va a granar la flor.
Por otra parte, los cultivos de regadío, forrajes y pastos también corren serio peligro de que se pierdan, puesto que el agua disponible es incluso inexistente, y la disponibilidad en la mayor parte de los casos absolutamente insuficiente para sacarlos adelante.
Ventura González, secretario de UPA Joven de Ávila, alertó en declaraciones a Radio Adaja que la situación es límite, ya que necesitan agua de “forma urgente” para poder sacar adelante sus cultivos. “Necesitamos las tormentas, siempre que sean en forma de agua y no de granizo, para que los cultivos no se estropeen más de lo que ya están”.
A raíz de la falta de lluvias han surgido una serie de problemas, principalmente, en los cultivos de secano y en las zonas de sierra porque “los pastos no brotan por falta de humedad”. Por un lado, la Confederación Hidrográfica del Duero no permite regar parcelas en las que los ganaderos no tengan asignados derechos de riesgo.
Por otra parte, surge el problema en aquellos sitios en los que se riega con tendido eléctrico. Si bien antes se permitía hacer dos modificaciones de la potencia contratada en los suministros, ahora solo se permite uno.
Por lo tanto, Ventura González señaló que los agricultores que bajaran la potencia contratada en el mes de octubre, al finalizar la pasada campaña de riego, se encuentran ahora con el problema de no poder aumentar su potencia para poder regar esta campaña.
Por todo ello, la Alianza UPA-COAG reclama a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Agricultura la adopción de medidas urgentes, con respaldo presupuestario, con un mapa de zonas catastróficas y un decreto de sequía.
Asimismo, solicitan la puesta en marcha de medidas de carácter fiscal y relativas al coste de la Seguridad Social (rebajas y exenciones fiscales en el sistema de módulos para todas las zonas afectadas), así como otras de carácter administrativo, como ayudas directas y facilitar el acceso a la financiación.
La Alianza destaca que la situación es tan preocupante, que a pesar de encontrarnos a mediados del mes de abril, el problema no se limita solo a la agricultura sino también a la ganadería. Cabe recordar que el plazo de presentación de la solicitud única 2017 de la Política Agrícola Común (PAC) se amplía hasta el 15 de mayo. De esta forma, los productores contarán con dos semanas más para poder realizar un trámite que inicialmente concluía el 30 de abril.