Todo comenzaba el pasado 17 de abril, cuando la Central Operativa de
Servicios de la Guardia Civil recibía una alerta de que se podría estar
cometiendo un robo en un domicilio ubicado en el municipio de San Esteban de
los Patos. Al domicilio acudía, entonces, una patrulla de Seguridad Ciudadana.
Cuando los agentes llegaban al lugar de los hechos, la presunta autoría ya no
se encontraba allí, y los guardias civiles tenían que auxiliar a las víctimas,
dos personas propietarias de la vivienda, que se encontraban muy asustadas por
los hechos ocurridos; una de ellas precisaba de asistencia sanitaria.
Los presuntos autores, tras acceder al interior del domicilio, encerraron a
una de las víctimas en una habitación y a la otra, una persona en silla de
ruedas, le taparon la boca con un trapo para que dejara de gritar y de pedir
ayuda. Finalmente, los asaltantes lograron su objetivo, sustrayendo 350 euros
en efectivo, un reloj, dos ‘smartphones’, 2 navajas y unas llaves de un
vehículo. Posteriormente, se iniciaba una serie de investigaciones policiales,
ya dentro del marco de la Operación Patxicua, para esclarecer los hechos
ocurridos e intentar recuperar y devolver lo sustraído a sus legítimos
propietarios.
Mientras se analizaba el robo con violencia ocurrido en San Esteban de los
Patos, se descubría que, horas antes de ese robo, se había cometido otro en la
población de Tolbaños, un municipio situado cerca del primero, donde en una
casa rural, y tras forzar la puerta de acceso a la vivienda, autores
desconocidos sustrajeron del interior electrodomésticos varios, armas
históricas de imitación, ropa de cama, mobiliario, tres prismáticos, un
telescopio, maquinaria agrícola, 2 equipos de música, etc. Todo ello valorado,
aproximadamente, en unos 4.000 euros.
Del resultado de las investigaciones policiales efectuadas, junto con las
inspecciones oculares llevadas a cabo en los dos domicilios donde se produjeron
los robos, se conseguía averiguar la presunta autoría: cinco personas
integrantes de una misma familia, de las que una se encuentra en situación
irregular en el territorio nacional, que viven en la localidad morañega de
Velayos.
Con la correspondiente autorización judicial, el 17 de mayo se realizaba un
registro en el domicilio del citado pueblo, donde se recuperaba una gran
cantidad de efectos los sustraídos, así como otros de procedencia desconocida
pertenecientes a robos cometidos en fechas recientes en poblaciones limítrofes.
Asimismo, se detenía a cuatro personas y se investigaba a otra.
Todos los efectos aprehendidos y las personas detenidas e investigadas eran
puestos a disposición judicial. Las investigaciones continúan abiertas hasta
lograr identificar la totalidad de los efectos incautados, de procedencia
desconocida, para poder entregarlos a sus propietarios. Desde la Guardia Civil
se destaca que la autoría de los hechos recae en un clan familiar con una
situación económica desahogada, pero sin fuentes de ingresos demostrables. Los
detenidos, de nacionalidad española y colombiana y que «han generado alarma
social en La Moraña», poseen antecedentes policiales por hechos similares.
Esta operación policial ha sido desarrollada por el Equipo de Patrimonio de
la Unidad Orgánica de Policía Judicial con la activa colaboración de la USECIC
(Unidad de Seguridad Ciudadana), el Equipo ROCA Norte, y el Puesto de Ávila,
todas ellas pertenecientes a la Comandancia de Guardia Civil de Ávila, según se
señala desde el instituto armado.