En el mes de mayo de 2016, una persona propietaria de una empresa de electricidad de Arévalo interpone una denuncia en la comisaría de Policía Nacional de Puente Vallecas (Madrid), poniendo en conocimiento que un individuo le ha falsificado sus propias facturas en trabajos realizados en Madrid y Valencia, robándole un total de 45.000 euros.
Antes de poner la denuncia, el propietario de la empresa de Arévalo se percata de que no ha recibido el pago de varios trabajos realizados en Madrid y Valencia por valor de 45.000 euros. El electricista se pone en contacto con los clientes para notificarles que no se le ha abonado el importe de su trabajo, a lo que sus clientes le responden que sí que han realizado el pago, enseñándoles una factura falsa, en la que se percata de la estafa debido a que el número de cuenta bancaria no corresponde al perteneciente a su empresa.
El equipo de policía judicial de la Guardia Civil de Arévalo da inicio a las investigaciones policiales para esclarecer los hechos, bautizando la operación como ‘Fulera’.
Fruto de esta investigación se esclarece que un individuo había mantenido una relación de negocios con el electricista arevalense, el denunciante, a través de la instalación de un equipo de iluminación en una pista de Padel en una localidad madrileña por valor de 2.000 euros. Fue entonces cuando el estafador copia la factura del empresario morañego.
El supuesto autor de la estafa comenzó estableciendo una relación comercial de confianza con los clientes que anteriormente habían requerido de los servicios del verdadero electricista arevalense. Una vez establecida la relación comercial con los clientes, el estafador les emitía una factura falsa con su número de cuenta bancaria personal. En total ha estafado 45.000 euros a tres clientes, procedentes de Madrid y Valencia.
Por todos estos hechos, el 8 de agosto de 2016 se localiza al supuesto estafador y se le imputan delitos de estafa y falsedad documental, dando así por concluida la operación Fulera.
Pero el pasado mes de diciembre de 2016, el equipo de investigación de la Guardia Civil de Arévalo, comienza a desarrollar la operación ‘Fulera II’, debido a la obtención de indicios más que evidentes de que el mismo individuo continúa con su actividad delictiva, al proponer a otras dos personas su participación en un negocio inminente de compra-venta de alarmas antihurto, siguiendo el mismo modus operandi que en la operación anterior, es decir, ganándose la confianza durante la relación comercial y posteriormente falsificando facturas. Por lo que la Guardia Civil de Arévalo, comienza a desarrollar la operación ‘Fulera II’, llegando a estafar en esta segunda ocasión 3.000 euros.
La operación ‘Fulera II’ finaliza el 16 de febrero con la investigación del autor de los hechos por segunda vez destacando que el número de cuenta utilizado es el mismo que usó anteriormente para recibir el dinero de los clientes. Por esta razón, se han instruido diligencias en calidad de investigado a un individuo por un supuesto delito de estafa en proposición de actividad mercantil y otro de falsedad documental.