Tras el asesinato de Mónica Berlanas Martín ocurrido a las once de la noche de ayer en Arévalo, los vecinos de la calle Cedro han explicado que la pareja llegó a su domicilio sobre las 9 de la noche de ayer, manteniendo ya una fuerte discusión en la calle, que se alargaría hasta aproximadamente las 11 de la noche, momento en que las autoridades llegaron al lugar de los hechos.
Según explicaba esta mañana Isabó Tellado, una de las vecinas de la joven asesinada y testigo de los hechos, la víctima llegó a salir a la terraza pidiendo auxilio, gritando “¡Qué me mata, qué me mata!” y los vecinos trataron de calmar al agresor sin éxito.
La pareja tenía dos niñas, de 4 y 2 años. La niña pequeña dormía cuando sucedieron los hechos, y según declaraba la misma vecina, la mayor fue testigo de la agresión. Pedía a su padre que parara y que abriera la puerta a los vecinos, que se encontraban en el rellano, hasta donde bajaron al escuchar los fuertes ruidos que se producían en la vivienda. Intentaron en vano que el hombre les dejara acceder al interior de la casa.
Cuando el presunto asesino abrió la puerta a los agentes, la mujer yacía en el suelo. El hombre se dio la vuelta, sin oponer resistencia, para que le esposaran. Según relata esta vecina “la niña mayor presenció la escena y se encontraba manchada de vómito y sangre”. Entre varias vecinas le cambiaron de ropa y trataron de calmarla. Finalmente tuvo que ser atendida por el Samur porque se encontraba en estado de shock.
Según afirman los vecinos, los policías que acudieron a socorrer a la víctima les informaron de que Mónica ya habría denunciado por maltrato y habría retirado después la denuncia.
Por ahora, la puerta del domicilio está precintada por la Guardia Civil.
La subdelegada del Gobierno, María Ángeles Ortega, daba a conocer más datos sobre este suceso esta mañana. Explicaba que se trata de la primera víctima de violencia de género que se registra en la provincia, no así en la capital, donde ha habido dos casos más en los últimos años.
Ha detallado que la mujer ha muerto degollada y que se detuvo en el momento de los hechos a la pareja de la mujer fallecida.
Ortega ha indicado también que fue la propia víctima la que llamó a la Policía Local, aunque después también llamaron los vecinos al 112.
Sobre la convivencia entre ellos dos, parece que aunque estaban en proceso de separación el hombre visitaba a las niñas siempre que quería. No había denuncia previa ni constan malos tratos anteriores denunciados, aunque podría haber habido peleas entre ellos como aseguran los vecinos.
Como hay menores, están trabajando coordinadamente los servicios sociales la Diputación de Ávila con los CEAS y resto de administraciones.